¿Es mi hijo demasiado pequeño para jugar ajedrez?

Por Laura Sherman y Bill Kilpatrick 
Autores de El ajedrez es un juego de niños -Técnicas de enseñanza que funcionan 

Quizá le sorprenda saber que la mayoría de los niños pueden aprender los fundamentos del ajedrez a los cinco o seis años. ¡Y algunos niños pueden aprender cómo se mueven las distintas piezas poco después de aprender a hablar!

Si se pregunta si su hijo está preparado para aprender a jugar al ajedrez, la pregunta clave es: ¿tiene su hijo algún interés?

Si su respuesta es negativa, entonces no es el momento adecuado. Al menos, no en este momento. No querrá empujar a su hijo a aprender en contra de su voluntad. Los resultados no serán agradables.

Sin embargo, ¡mañana es un nuevo día y puede ser el momento perfecto!

Si tu hijo está interesado en aprender, no hay nada malo en intentar enseñarle. No importa lo pequeños que sean, puede enseñarles algunos aspectos del juego, siempre que lo haga de forma divertida, ligera, fácil y paso a paso.

Cuando la mayoría de los niños alcanzan la edad de cuatro años, pueden aprender a mover las seis diferentes piezas del ajedrez. Puede que se les olvide de vez en cuando, pero con suaves recordatorios irán aprendiendo poco a poco.

La mayoría de los niños menores de cinco años no comprenderán el complicado concepto de jaque mate, pero sí podrán empezar a entender algunos principios clave, como la forma de capturar las piezas del otro jugador y de proteger las propias.

Si pueden adquirir experiencia con estas habilidades, estarán mejor preparados para comprender los matices más complejos del juego a medida que avanzan en las lecciones.

Además, ¡disfrutarán moviendo las piezas por el tablero como lo hacen los niños mayores! Los niños aprenden mucho con el ejemplo, así que es muy útil que sus hermanos mayores disfruten del ajedrez.

Como todo en la vida, el ajedrez requiere práctica. Es un poco como aprender un idioma. Hay que practicarlo con regularidad para recordar cómo funciona todo. Y antes de que se dé cuenta, ¡ya lo domina!

Así que, cuando esté intentando averiguar si su hijo está preparado para entrar en este fascinante mundo del ajedrez, no se preocupe. Pruébelo, diviértase y probablemente le sorprenderá la rapidez con la que lo aprende!