WFM Elizabeth Spiegel es la entrenadora desde hace mucho tiempo del IS 318 de Brooklyn, Nueva York. Su escuela ha ganado decenas de campeonatos nacionales y apareció en el documental "Brooklyn Castle". En 2012, el IS 318 se convirtió en la primera escuela media en ganar el título nacional de secundaria.
Muchos padres me preguntan cómo pueden ayudar a sus hijos a dar lo mejor de sí mismos en los campeonatos nacionales. Pueden marcar una gran diferencia, y pueden aprender mucho sobre su hijo, incluso si no juegan al ajedrez.
1. Acompañe a su hijo hasta el tablero. Si puede, salga diez minutos antes y dé una vuelta a la manzana o salga al exterior de alguna manera. Aproveche ese paseo para hacer que su hijo se concentre, se calme y tenga ganas de quedarse quieto y reflexionar.
Explíquele que espera que se siente ante el tablero, que trabaje duro y que no se apresure. Siempre hay un par de escuelas en los nacionales que hacen una gran ovación de equipo antes de la última ronda. Uno de los equipos incluso corre hacia la sala de juego, siguiendo al entrenador con una enorme pancarta. Me río cada vez. ¿Para qué creen que están exaltando a los niños, para el fútbol? Es tan destructivo!
WFM Elizabeth Spiegel, una de las entrenadoras más condecoradas de la historia de Estados Unidos, prepara a sus alumnos para los nacionales.
2. Pase por la sala de juego y observe a su niño durante 20 minutos en cada ronda. Si el torneo lo permite, eche un vistazo rápido y fíjese en el tiempo que su niño está sentado ante el tablero y piensa. A continuación, hágale comentarios: elógielo por estar sentado y concentrado; explíquele que espera más si ve que se levanta con frecuencia o se mueve con rapidez.
Esto es algo que se puede controlar y de lo que puedes responsabilizarle. Explícale que lo revisarás en cada ronda y cuáles son tus expectativas, y luego hazlo.
Sí, el IS 318 tiene un aula dedicada al ajedrez. ¡Recuerda que aquí te explicamos cómo puedes hacerlo tú también!
3. Observa y escucha cuando el entrenador analiza la partida de tu hijo. No importa si no sabes cómo se mueven las piezas. Hay un millón de razones para hacerlo y ninguna para no hacerlo.
a. Demuestra a tu hijo que el juego (=su creatividad, sus experiencias emocionales) son importantes para ti.
b. El entrenador hará un mejor trabajo si usted lo observa.
c. Podrás ver exactamente lo buen profesor que es el entrenador.
d. Podrás ver a tu hijo hablar sobre su proceso de toma de decisiones.
e. Aprenderá qué tipo de errores es propenso a cometer su hijo.
Sigue con la segunda parte!